El museo recrea el ecosistema de ese paraíso correntino llamado “Esteros de Iberá”, así como la fauna y la flora de la provincia, y ahora funciona en el predio que ocupaba el zoológico de la capital provincial. Su primera sede fue la casa de Dizidio Zamudio, frente a la Plaza 25 de Mayo, pero desde el año 1920 hasta agosto de este año lo hizo en el edificio de la Escuela Centenario. 

El Museo de Ciencias Naturales de Corrientes fue creado el 10 de octubre de 1855 sobre la base de las colecciones científicas de José Fontenau y Francisco Founier. Fue designado como primer director Amado Bonpland. 

A partir del año 1958, esta institución lleva el nombre de su fundador, en ocasión de conmemorarse el centenario del fallecimiento de Amado Bonpland. 

El ministro Gustavo Santos vinculó el proyecto con el perfil turístico de la región y con la promoción que se está realizando en el área, como el corredor ecoturístico o el fluvial, otra atracción más que se suma a las miles que tiene para ofrecer Corrientes.

El Museo lleva el nombre de Amado Bonpland, quién fue un médico francés de trascendencia mundial. Nació en La Rochelle (Francia) el 28 de agosto de 1773. Estudió medicina en Paris, se formó en botánica junto a Jean-Baptiste Lamarck, Pierre-François Guyot Desfontaines, Antoine de Jussieu y Augustin Pyrame de Candolle; fue médico de profesión y botánico por vocación.

Realizó una extraordinaria expedición científica a América (1799-1804), junto a Alexander von Humboldt con notables descubrimientos para el avance de las ciencias naturales.

Invitado por Bernardino Rivadavia y Manuel Belgrano, embarca con su familia el 23 de noviembre de 1816 de El Havre,  llegando a Buenos Aires el 29 de enero de 1817. Fue un hombre polifacético, humanitario, reconocido y estimado por todos los estratos sociales.

Amado Bonpland eligió Corrientes para vivir sus casi últimos treinta años de vida concretando más de 150 viajes de investigación en Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay.

Fuente: www.ellitoral.com.ar