Luego que una primavera que se hizo esperar, ya que la nieve se extendió hasta los últimos días de noviembre, el verano llega a San Carlos de Bariloche con una temporada que promete ser mejor que la anterior.

Desde el EMPROTUR (Ente Mixto de Promoción Turística) destacan la gran cantidad de turistas extranjeros que están llegando a la ciudad, alentados por la conveniencia del tipo de cambio y algunos beneficios impositivos, como la devolución del IVA en alojamientos si pagan con tarjeta de crédito.

Con sólo caminar por el Centro Cívico, a metros de nuestro Hotel Panamericano Bariloche, los acentos se multiplican, las opciones gastronómicas se mezclan con las fábricas de chocolate y lugares históricos que nos llevan a paisajes alpinos.

En verano, los lagos barilochenses toman el protagonismo de diciembre a marzo con excursiones lacustres, deportes náuticos –como kayac, paddle board y windsurf- e increíbles jornadas de sol en sus playas. 

El Brazo Tristeza es una de las caras menos conocidas del lago Nahuel Huapi. Por él sólo navegan embarcaciones particulares y el “Kaiken Patagonia”, un exclusivo catamarán con capacidad para sólo 15 personas.

Su dueño, el montañista Nicolás de la Cruz, decidió en 2011 ofrecer un paseo de cinco horas llamado “Exploración Brazo Tristeza” para que podamos sentirnos verdaderos exploradores de tierras vírgenes y fiordos glaciarios.

La excursión comienza 9:30 en el muelle de Puerto Bahía López, en el kilómetro 31 del Circuito Chico. Durante una hora de navegación se explora el Brazo Tristeza, en el sector suroeste del Nahuel Huapi, rodeado de abruptas montañas y numerosas cascadas.

Al llegar al final del brazo, se desciende a tierra para recorrer un sendero a través de un denso bosque, en el que alternan especies como el coihue, la caña y el arrayán. Tras una caminata guiada de 30 minutos, aparece la imponente Cascada del Arroyo Frey. 

También hay playas para disfrutar. El circuito para el verano arranca en Playa Bonita, en el kilómetro 8 de la Bustillo, que cuenta con toda la infraestructura necesaria para pasar el día. Un poco más adelante, en el kilómetro 12, se encuentra Bahía Serena: una playa con arena fina sobre una entrada del lago, con agua un poco más cálida que la anterior. Y ya en el kilómetro 29, la tranquila y paradisíaca Villa Taful. 


Después de un pequeño paseo por el Circuito Chico de la ciudad, llega la hora de adentrarse en el bosque andino patagónico con un trekking de una hora aproximada de duración.

Se trata de una caminata guiada, suave pero en subida, por un sendero conocido hasta llegar a un mirador oculto con una panorámica espectacular del Lago Nahuel Huapi. Para llegar a este punto secreto, nos desvían del sendero y en menos de cinco minutos nos guían a una mesa de lujo para degustar los mejores sabores patagónicos.

Por la calidad del agua y por el cultivo de lúpulos -ingrediente clave para la elaboración de esta bebida, junto a la malta y la levadura- en la zona de El Bolsón y el Alto Valle de Río Negro, Bariloche se convirtió en el polo patagónico de la cerveza artesanal argentina.

Una buena forma de conocer las mejores cervecerías y el proceso de elaboración de esta bebida milenaria es a través de "Bariloche Beer Experience”, que ofrece diferentes propuestas.

El tour, que dura unas 4 horas y media, empieza en la cervecería Wesley. Allí se pueden probar diferentes estilos recién elaborados y ver el detrás de escena de la fábrica para conocer cómo se elabora la cerveza. Sigue en la espectacular Cervecería Patagonia, en el kilómetro 24,7 de Circuito Chico, y termina en la Fábrica & Cervecería Gilbert, en el kilómetro 24.

Con un estilo totalmente diferente a las demás cervecerías de la ciudad (está construida sobre la entrada de un viejo establo de 1930), Gilbert es uno de los lugares favoritos de los cerveceros, los turistas y los locales. 

Otra opción que ofrecen es una cena de tres pasos con maridaje de cervezas en la Cervecería Patagonia. Además, esto incluye una visita por la fábrica y una charla explicatoria sobre el mundo de la cerveza con tips útiles sobre los diferentes estilos y su elaboración a cargo de Agustín Stella, del equipo de Conocimiento Cervecero.

Escapada a El Bolsón - A 120 kilómetros de Bariloche, El Bolsón es una opción más para enamorarse de la Patagonia. Con una fuerte impronta artesanal, producto de muchas familias que se instalaron en el valle en la década del ’70, uno de sus principales atractivos es la feria que todos los martes, jueves y sábados se instala en la plaza Pagano de 10 a 18 horas. El viaje puede aprovecharse para conocer algunos de sus encantos o visitar otros puntos de la Comarca Andina.

A unos 18 kilómetros de allí, cerca de El Hoyo, se encuentra el laberinto más grande de Sudamérica. Ubicado en un predio de 5 hectáreas, rodeado de bosques nativos y una privilegiada vista de los cerros y la cordillera, Laberinto Patagonia es una experiencia divertida para disfrutar en familia o con amigos.

El Laberinto tiene 2500 metros de sendero para recorrer y el modo de encontrar la salida cambia a lo largo del día. En el medio hay 9 puertas que los dueños del lugar - Doris Romera y Claudio Levi- abren o cierran para modificar el recorrido y variar el nivel de dificultad. Para completar el paseo, tienen una casa de té donde ofrecen tortas, tartas, muins, alfajores, sándwiches, jugos naturales, cervezas artesanales y mucho más.

Para quienes busquen hacer turismo rural, cerca de El Hoyo, a 25 kilómetros de El Bolsón se encuentra el complejo de cabañas Hacia el Sur. Entre sus opciones, ofrecen estadías, días de campo, retiros y hasta un programa de desintoxicación.

Los amantes del whisky, por su parte, no pueden perderse la visita a la fábrica La Alazana, en Lago Puelo, donde se destila el primer Single Malt Argentino.

Por eso, aburrirse en San Carlos de Bariloche, es imposible, aunque no haya nieve.


Fuente: El Liberal