Los Hoteles Panamericano de las ciudades de Buenos Aires y Bariloche tienen, desde hace más una década, instalaciones especializadas en wellness, que incluyen desde pileta climatizada a masajes, pasando por un cuidado menú, una selecta y cuidada carta de bebidas y los más modernos equipos de gimnasia.

Hoy, los especialistas no encuentran techo para la demanda de servicios de wellness, incluso entre los viajeros que buscan las opciones menos costosas para albergarse durante alguno de sus viajes. El desafío es hallar nuevas ofertas que sean aceptadas por los clientes de los diversos nichos de negocios que tiene el negocio turístico.

La interesante es que la demanda no quiere improvisaciones o “injertos”. Buscan áreas cuidadosamente planificadas, con un diseño y un plan de ofertas amplio, que demanda de los hoteles desarrollar estos sectores dentro de un cuidadoso plan de negocios, para evitar una propuesta que no sea aceptada por los viajeros.

El concepto de wellness supera el tradicional spa, que concentraba servicios de masaje, cosmetología e hidroterapia. Este era el modelo de los 80, cuando nacieron los primeros spa en el mundo hotelero. Incluso, no se llega a ofrecer un verdadero servicio de wellness si no incluye una experiencia diferenciadora para el viajero o turista. La tendencia es que los centros de wellness vayan evolucionando hacia lo médico, la alimentación y los conceptos saludables.
Ya no es sólo ocio o experiencia saludable. La oferta cuidada de alimentos y bebida, propuestas détox o rutinas físicas programadas, conforman un todo que crece en complejidad año a año, por eso, Panamericano Hoteles puso su ojo en este menú de servicios hace más de 15 años.


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